Mientras escribo esto, aún mis labios arden con el calor de los tuyos.
Hay noches, como hoy, en que siento que soy prisionera de tus mareas y no existe otro mar en que pueda apagar mi sed.
Te pienso constantemente y mis labios, mi boca, mis piernas te extrañan.
Extraño sentirte pegado a mi piel, sin soltarnos, ebrios de pasión, pegajosos de amor y sudor, de caricias y miel.
Me sobran las caricias no derramadas y las que no llegaron a tatuarse en nuestra piel, y me queda todo lo que quisimos ser .
Palabras y gestos, de pasión y de amor, que de tanto usar, un día se nos volvieron huecas, secas como pergaminos en las manos que se quiebra con un seco y helado crujir , en el que logramos ver como el amor se escapaba como el humo ligero de las fogatas de antaño.
Tu nombre tiene sabor a sal, a mar, a luna , al grito de la soledad y a profundo olvido.
Sin embargo tu silencio grita a todo pulmón sobre mi cama, susurra a mis oídos mil frases dulcemente obscenas
Y es ese tormento el que trato de desterrar de mi cuerpo, de las ganas de tenerte en mi, sobre mi, a mi costado, con tus besos a la orilla de mis labios.
Tu profundo sabor a sal, tu aroma a hombre que impregnaba mi piel , te presiento en las sombras y al atisbar a la luna, lo sé ...tu mar regresará a mi playa.
Por eso, en esta noche de olvidos, desnudo mi cuerpo y se lo ofrezco a tu fantasma, desde la orilla de mis labios,
mi cuerpo sigue siendo tuyo en la distancia, sin cambios, eterno ,sin cortapisas, sin tabúes, tuyo ...para que el fantasma lo tome como solías y volemos juntos hasta la luna en espiral, danzando amor en espiral.
Besos, besos largos como ríos....Sofía
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