cansancio,
agobio,
pedazos que volaban por todas partes,
esquirlas que terminaban de fragmentarse bajo mis pies descalzos....
Y a seguir con la frente en alto, con la mirada ausente y cada vez mas metida en mi...
Soy de mirada triste y melancólica desde siempre digo, pero
lo soy desde que sentí el gesto agrio y el rechazo maternal.
La siberia materna logra milagros en los seres humanos, a mi me indujo a refugiarme en las letras que curaban, que amaban, que absorbían y exculpaban.
Letras que seducen, que miman, que exigen y comprometen. Que tiran de ti, que te dan la espalda, que se ríen de ti, que se ríen contigo, que te aprisionan, te enajenan, te lanzan puentes y te fabrican muros. Qu se convierten en amantes y padrotes, en chulos y madrinas, madre y padre, en hijo amantisimo y amante desgraciado.
Ya mi espalda susurraba, mis manos me dolían, había que dejarte ir. No podía respirar más y hasta mis pulmones se cansaban de compartir la intimidad.
Letras que seducen, que miman, que exigen y comprometen. Que tiran de ti, que te dan la espalda, que se ríen de ti, que se ríen contigo, que te aprisionan, te enajenan, te lanzan puentes y te fabrican muros. Qu se convierten en amantes y padrotes, en chulos y madrinas, madre y padre, en hijo amantisimo y amante desgraciado.
Ya mi espalda susurraba, mis manos me dolían, había que dejarte ir. No podía respirar más y hasta mis pulmones se cansaban de compartir la intimidad.
Hoy te dejo ir , mi querido capitán . Estas autorizado a retirarte, en la marea siguiente ya serás historia, una muy bonita, una muy intensa por que solamente así aprendí a querer. Un beso frío en la sien enfebrecida, un trago de agua en mi desierto andar.
Sin remordimientos ya que no quedo materia pendiente, exprimimos la pasión, aprendimos una lengua nueva en el mirar, en el tocar, degustamos nuestro mutuo ser . Le robamos horas al día y gritos al amanecer.
Sin remordimientos ya que no quedo materia pendiente, exprimimos la pasión, aprendimos una lengua nueva en el mirar, en el tocar, degustamos nuestro mutuo ser . Le robamos horas al día y gritos al amanecer.
Sin silencios sólidos como piedras, abrazando a mi viejo fantasma otra vez y bailando en espiral , siempre en espiral para alejarme de aquí.
Besos, besos largos como río. Sofía
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