Paseas por mi imaginación insolente,
mágico, eterno.
Duermes en mi cama,
y acaricias mi espalda sin cesar y
cuando vuelvo la mirada, ya no estas.
De puntillas, entra tu ronca voz
a mis oídos y no te vas.
Ahí habitas bronca voz,
transformando mi piel en espuma
y mi saliva en miel,
después de ti , sólo el abismo y nada más.
Suspírame , susúrrame versos otra vez.
Ata mis sentidos con argucias de bares antiguos.
Se almohada de mis sueños,
tortura de mis sentidos,
después de ti , sólo el abismo y nada más.
Es el fulgor de tu mirada
lo que embelesa mi piel,
cualidad hipnótica de tus pupilas.
Ansias enfebrecidas que transmites
sin tocarme, sin moverte.
Miradas que esclavizan sin hablar,
después de ti , sólo el abismo y nada más.
Ojos felinos, profundos y ausentes.
Carbones encendidos prestos al deseo.
Ojos negros , profundidad de mar.
Amar profundo de completa honestidad,
después de ti , sólo el abismo y nada más.
Besos, besos largos como ríos. Sofía
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