Desde agosto que llegué a esta loca, loca y caótica ciudad siempre he andado acompañada ya sea por familiares, amigos, compañeros de trabajos o escoltas bien intencionadas, ni un minuto sola, ya estuvo.
Anoche la calma se instaló en mi hogar llegue de una reunión y todo era quietud , mi hija está de visita con la familia de su adorado padre , desconecté el teléfono y apague el celular. Me tomé un par de copas de un delicioso tinto que traje de Barcelona y descalza por la casa , busque alguna caja no abierta aún de libros, la encontré (aún no he abierto todas las cajas de la mudanza , aún no me convence esta rebelde Babilonia) .
Para mi los libros son mi droga más potente, me pierdo en los vericuetos de la lectura, me voy de la mano, de puntitas siguiendo las acciones, observo, disfruto, espío , me angustio, disfruto, y de repente ..¡Como que no! también me pongo brava cuándo una trama o resolución se dispara y se va a los mundos de la estupidez o peor aún a los lugares comunes.
Creo que todavía hay un poco de Brie en la casa, lo saco y le pongo unas almendras fileteadas encima y un poco de mermelada de naranja, al horno a dorar ligeramente y lo acompaño con una manzana en rebanadas. Uyyy la madrugada esta chulisíma, extraño Guadalajara, Te extraño a morir amor.
Nostalgia, vino, Brie, soledad y un buen libro ¿hay algo mejor que esto?.......bueno, sí, me faltas tú.
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Besos, besos largos como ríos.
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