Devorarnos...

Confundidos los sentidos
 nos devoramos cíclicamente, 

como lobos  enceguecidos por la pasión y la lujuria.

Tus besos obscurecen los destellos de mi razón,

cada mirada me envuelve, ahoga  y me vuelve  adicta a ti.

En cada beso dejas una mordida con una saña que infunde miedo,
 tremenda y ciega  pasión.

Perpetua hambre de tu piel, de tus sentidos,

Estoy derrotada  por una torpe e irrefrenable  pasión.

Tan tremenda violencia interior que estremece a mi mundo y voltea mi cosmos.
Devorarnos hasta el final, donde los besos no tienen fin,
donde mi carne termina en ti, en ese lugar más allá  del clímax.

Besos que duelen por que tendrán  fin, urgencia de la piel de fundirse de nuevo.
La brisa que regala el ventanal es la caricia última, tu mirada animal el más caro fin.

Esta es la última foto platicadita que te mando Porteño, por que hasta la pasión tiene caducidad.

Besos, besos largos como ríos. Sofía