El dolor va llegando en oleadas bien profundas unas,
sutiles y casi etéreas otras.
La tristeza y la desilusión me saturan la garganta
Y mi piel transpira desamparo y duele,
duele la huella de sus manos y el sabor de su lengua sobre mi piel.
Yo no creo en ángeles, hadas ni dibbucks nocturnales,
creo en la sangre, piel, roca y saliva.
Creo en el temblor de mis manos cuando tu mirada se hunde en la mía.
Va creciendo la oleada de lágrimas que ya inunda mi ser,
y de costilla a costilla tu ausencia me llena , me invade, me asusta.
¿cuánto más he de penar por ti?
Ceno tristeza y almuerzo desamparo.
No sé que será de mis manos sin tu piel,
no sé que haran mis brazos sin tenerte para asirte por la noche.
¿En que otras pupilas me perderé como en las tuyas?
Más que triste , desconsolada va mi alma
aullando a la luna .
Triste, tristísima....
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