puedes hacer de ellos
lo que tu loca pasión quiera.
Mis labios se antojan de
los oscuros secretos que
tus pupilas susurran.
Son mis manos , imanes
que buscan el metal de tu cuerpo.
Es mi lengua desesperada errante
que busca el consuelo de la tuya.
Y son mis piernas , las que van buscando,
las que van penando , las pobres
tu caricia, tu calor y tu saliva.
Y al final, amor debemos de aclarar que no hay lugar mejor
a donde yo vaya, de donde yo venga
que no sea bajo la profunda calidez de tu mirada total,
de tu mirada animal.
Besos, besos largos como ríos. Sofía
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